Sylvia Hernández Larrosa (65)

Después de superar un ACV isquémico, Sylvia puso una pausa en su vida para reflexionar. "Tengo un gran agradecimiento a FAMILIA, en especial a una de las personas que me cuidó. Fue un ángel: tierna, solidaria, increíble".

Sylvia Hernández Larrosa (65)

Socia de FAMILIA Acompañantes y de la Asociación Española

No lo vio venir. La casa, el trabajo, las finanzas, el estrés...  "Siempre fui una persona muy enérgica pero desde hace un tiempo tengo muchas responsabilidades sobre mis espaldas que se fueron sumando."  El 26 de marzo pasado,  Sylvia Hernández Larrosa sufrió un ACV isquémico. "Primero se me durmió la pierna izquierda, después la misma sensación se trasladó al brazo. Mi cabeza funcionaba perfectamente... hasta que perdí el conocimiento".

La emergencia la trasladó a la Asociación Española, donde estuvo 15 días hospitalizada en compañía de FAMILIA. "Somos socios de la Española hace muchos años, como 40 aproximadamente;  un día nos llamaron para ofrecernos el servicio de FAMILIA Acompañantes y aceptamos".

Su esposo, Joaquín, padece una discapacidad visual severa y aunque es una persona con mucha fortaleza e independencia, coincidió con ella en que siempre es valioso contar con una ayuda adicional.  Fue él quien se ocupó de las gestiones para la afiliación y hace unos días envió junto a Sylvia un reconocimiento para las acompañantes que estuvieron en contacto con ella.

"Tengo un gran agradecimiento, en especial a una de las personas que me cuidó. Ella fue como un ángel en esos días y se va a quedar para siempre en mi corazón. Fue tierna, solidaria, increíble".

 

UN MOMENTO DE REFLEXIÓN


Mirando hacia atrás, a Sylvia le sorprende que apenas haya pasado poco más de un mes desde que enfermó. "Fueron tantas cosas y todas tan intensas que ya no me siento la misma persona de antes. Primero tuvimos que afrontar la jubilación de mi esposo por su ceguera y ahora esta situación que nunca imaginé, pero tengo toda la fuerza y la voluntad puesta en mi rehabilitación".

Todos los días hace fisioterapia con ayuda profesional. Gracias al tratamiento, poco a poco va recuperando la movilidad. Hace unos días logró levantarse de la silla de ruedas y hasta salió a la terraza de su apartamento para disfrutar del calor otoñal del sol. Desde la planta baja de su edificio algunos vecinos la reconocieron y la alentaron a seguir luchando por salir adelante. "Fue muy emocionante, estaba disfrutando de estar parada sin la silla y algunos conocidos me saludaban al pasar".

Sylvia y su familia llevan más de 30 años viviendo en el mismo lugar. Se suma, además, el hecho de tener su negocio cerca del hogar. "El fin de semana me invitaron a pasear con la silla de ruedas y mi hermana que vive en el exterior me regaló una rampa que pusimos en la entrada del edificio para poder desplazarme".

La contención de sus seres queridos es maravillosa, sobre todo la de Joaquín, que está muy pendiente.  "Tengo momentos de mucha emoción porque fue muy profundo todo lo que me pasó, pero sé que no estoy sola y eso me deja más tranquila".