Un accidente desencadenó una rápida intervención quirúrgica. Ya de regreso en casa, Nelly Turcatti recupera poco a poco su movilidad. "Si no fuera por FAMILIA Acompañantes no sé qué hubiéramos hecho" confiesa una de sus hijas.
Socia de FAMILIA Acompañantes y de la Asociación Española
Nelly Turcatti (85) y sus dos hijas -María Leonor y Ana María Bastarrica Turcatti- integran una familia de mujeres fuertes y luchadoras. Llevan adelante el hogar, se apoyan en las tareas domésticas y se complementan cuando la rutina lo demanda, sobre todo ahora que Nelly está en proceso de rehabilitación.
Hace unas semanas, resbaló en la vereda de su casa y se fracturó la cadera. "Si no hubiera sido por FAMILIA Acompañantes no sé qué hubiéramos hecho" confiesa María Leonor. "Cuando llegamos a la Emergencia, a los 15 minutos ya estaba nuestra acompañante esperándola, fue maravilloso. Su trabajo fue muy profesional brindando además un respetuoso y cálido trato".
Hasta ahora ninguna de las tres había coordinado un servicio. "Mi madre ya contaba con un plan a domicilio en otra empresa pero después de esto que nos pasó vamos a ampliar los beneficios para unificar todo en FAMILIA, porque estamos muy conformes", reconoce su hija.
Gran fortaleza
A Nelly le llevó un tiempo volver a casa después de su internación porque además de su fractura ósea tuvo una infección urinaria, pero poco a poco está dejando todo atrás, dando pequeños pasos con la ayuda de muletas y la asistencia permanente de sus hijas.
María Leonor es instructora de yoga y da clases en el centro. Ana María es artista plástica y de su pincel son algunas de las obras colgadas en la sala de su casa. Una de ellas, en particular, retrata a la madre de Nelly en un momento de su juventud. "Mi abuela fue una mujer muy independiente y decidida. Mi nombre y el de otras mujeres de la familia (Leonor) se lo debemos a ella".
Aquella pionera de orígenes inmigrantes nació a finales del siglo XIX y fue una de las primeras personas divorciadas en el país, después de promulgarse la ley en 1913. El recuerdo de su descendencia siempre está ligado a la determinación con la que llevó su vida adelante. De sus segundas nupcias nació Nelly y cada generación posterior fue repitiendo su nombre como un tributo. "Lamentablemente, de nuestro lado la herencia termina aquí conmigo porque solo tuve un hijo varón" confiesa María Leonor.
Lo que sigue firme más allá del tiempo es la unión y cooperación entre Nelly y sus hijas para salir adelante, pese a los contratiempos. La fortaleza y el tesón que arranca desde esa mujer, inmortalizada en una obra de arte y quien hoy sigue viva en el recuerdo familiar.