Para Nancy, los pequeños detalles son muy importantes en su profesión: un gesto, dar la mano, una sonrisa, una palabra de aliento. "Son minutos de nuestras vidas, pero que llenan el alma."
Miembro del equipo profesional de FAMILIA Acompañantes
Es muy frecuente ver y oír a Nancy García cantar. "Quienes me conocen saben que siempre llego a mi trabajo con una sonrisa y cuando no es así me preguntan qué me pasó, y yo les digo bromeando: 'es que no tenía ganas de verte'... Siempre respondo con algo inesperado o gracioso", cuenta con una sonrisa, para variar.
Antes de empezar su rutina diaria, asegura tener por costumbre pasar a saludar a las personas que conoció de casualidad mientras desempeñó su trabajo: "A ninguno de ellos acompañé personalmente, pero de todas maneras los saludo, les deseo un buen día o les pregunto cómo se encuentran".
Para Nancy, el rol del cuidador exige mucha responsabilidad, vocación y profesionalismo. "Los acompañantes cumplimos una tarea que nadie más hace. Nos toca muchas veces ser el nexo con la familia o el médico, posicionándonos en un lugar de mucho compromiso", manifiesta ahora en tono serio.
No todos los casos son iguales. "Cuando acompañamos a una persona con Alzhéimer, por ejemplo, necesitamos de mucha capacitación y a la vez experiencia, en partes iguales. A veces una persona te dice que no quiere comer, entonces le dices 'bueno, está bien', y al ratito le volvés a preguntar si quiere comer y te dicen: '¡Bueno!' Hay que saber cómo relacionarse y entender la patología."
Recuerda haber acompañado a un joven de 17 años en una ocasión... lo que significó para Nancy una tarea de mucho aprendizaje. "Tenía parálisis cerebral y cuando hablábamos golpeaba las manos. Entonces le pregunté a su madre por qué lo hacía y ella me contó que era su manera de decir que estaba contento, porque entre él y yo charlábamos de igual a igual, sin distinciones."
La diferencia, según ella, está en los pequeños detalles: un gesto, dar la mano, una sonrisa, una palabra de aliento. "Son minutos de nuestras vidas, pero que llenan el alma."