Mary Fischer

"Mi madre es socia de FAMILIA y tuvimos dos experiencias muy positivas con el servicio. La atención de las acompañantes fue excelente y la verdad es que conocerlas fue maravilloso."

 

Mary Fischer

Mary Fischer es hija de Gladys Ortiz (91), socia de FAMILIA Acompañantes y la Asociación Española.

Gladys Ortiz (91) se afilió a FAMILIA Acompañantes por intermedio de las gestiones de su hija Mary, quien está pendiente de ella y de sus cuidados. "Mi madre siempre fue una persona muy independiente, pero desde hace un tiempo tiene algunos problemas propios de la edad, de manera que la asocié por cualquier eventualidad que pudiéramos tener".

Las dos viven juntas y siempre se apoyaron una en la otra para salir adelante. "Tengo un hermano menor que vive en Buenos Aires y viene a ver a mamá cuando puede,  pero en el día a día soy yo la que está pendiente de ella. Por eso valoro tanto el servicio de FAMILIA".

Recientemente Gladys estuvo hospitalizada en dos oportunidades y Mary tomó contacto con el equipo profesional. Al volver a casa, mandó un mail felicitando a las cuidadoras: "Todo el tiempo me sentí contenida, fue maravilloso. Hay que reconocer que se trata de un trabajo muy estresante y las chicas ponen mucho de sí para que todo salga bien así que me robaron el corazón. Yo sé valorar cuando una persona es dedicada y servicial. La verdad es que el servicio es muy bueno, no tengo palabras".

Como parte del proceso terapéutico, Mary acostumbra hacerle masajes a su madre, fundamentalmente para relajar las articulaciones. Gladys tiene artritis y con los años fue sobrellevando la rigidez con diferentes tratamientos, pero para contribuir de alguna manera con su bienestar se perfeccionó en diferentes técnicas orientales para aliviar los síntomas que padece, además de reducir la ansiedad, mejorar la amplitud del movimiento y promover un sueño más reparador.

Mientras Gladys estuvo internada su hija continuó con la terapia e incluso recibió la ayuda de las cuidadoras, siempre dispuestas a colaborar en su rehabilitación. La actitud amable del equipo profesional que las acompañó selló esa imagen positiva que Mary ya tenía del servicio: "en las dos oportunidades que llamé a FAMILIA la atención fue excelente, las chicas fueron divinas".

"Yo creo que una tiene que ser agradecida en la vida" confesó, "por eso no quería dejar pasar el momento y dejar constancia de lo bien que nos sentimos acompañadas durante esos días".