Socio de FAMILIA Acompañantes y de la Asociación Española
Pisando los 82 años, Juan Carlos decidió terminar con los horarios y las obligaciones. Siempre fue un hombre muy trabajador y aun después de jubilarse, seguía colaborando tres veces por semana en la empresa de un amigo. Para llegar a su lugar de trabajo, debía tomar dos ómnibus al ir y lo mismo al regresar.
Hace unos años murió su esposa, después de larga y difícil convalecencia que Juan Carlos vivió siempre a su lado. Es posible que en ese momento haya comenzado la trasformación... su necesidad de un cambio...
Con la tranquilidad de contar con el respaldo de FAMILIA Acompañantes, decidió entonces hacer un viraje en el rumbo de su vida. "Le dije a mi amigo '¡no vengo más!´ Se acabaron los horarios y las obligaciones..."
"Me jubilé en el año 2005" recuerda. "Trabajé durante toda mi vida en diferentes empresas y ahora siento un poco la soledad de estar en la casa. Es hora de hacer otras cosas y disfrutar del descanso. Hace unos días me anoté para hacer manualidades en vidrio con un grupo de personas y la semana que viene empiezo un curso de Psicología. Quiero aprender más, conocer nuevas personas y aprovechar mi tiempo libre para hacer lo que siempre quise y no tenía tiempo."
Juan Carlos tiene un espíritu saludable. Se define a sí mismo como una persona inquieta y como tal, disfruta de tener diferentes hobbies. Algunos fueron cambiando y otros se mantuvieron: "Desde hace tiempo soy además radioaficionado, es una actividad que me ha dado muchas alegrías porque conocí personas muy interesantes. Y bueno, creo que nunca es tarde para cambiar. Soy una persona inquieta y después del fallecimiento de mi esposa me propuse salir de la angustia que no me llevaba a ningún lado. Creo que a mi señora no le hubiera gustado verme deprimido o angustiado..."
