La vida de José Luis estuvo siempre llena de desafíos: fue un sobreviviente de la guerra en su país natal, formó una hermosa familia y hoy enfrenta un diagnóstico médico con fuerza y determinación. "No estoy solo. Me siento acompañado y rodeado de amor".
Socio de FAMILIA Acompañantes y de la Asociación Española
Con 14 años, José Luis se despidió de su familia en su España natal y se hizo a la mar. La guerra civil había terminado pero la crisis era tan grande en Galicia -su tierra- que sus padres no tuvieron otra alternativa que enviarlo con un tío que vivía en Uruguay.
Ahí comenzó su aventura, solo y dentro de un barco con destino al "nuevo mundo". Cuando José Luis recuerda esa época no puede evitar las lágrimas: "Las cosas estaban muy complicadas para mi padre que no conseguía trabajo y yo era su único hijo... Uno cree que con el tiempo algunos recuerdos dejan de doler pero en mi caso no es así." Sin embargo salió adelante, se hizo de una profesión y formó una familia en Montevideo, de la que hoy se siente muy orgulloso.
Sus hijos heredaron el espíritu inmigrante. Una de ellas se fue a la India apenas cumplida la mayoría de edad, al tiempo se mudó a España durante muchos años y finalmente volvió a Uruguay. Estando en Europa reunió al resto de los Requeijo: "Ya con mis tres hijos grandes nos mudamos todos en el 2002 a Ibiza, pero mi señora es uruguaya y quiso volver. Siguiéndola... regresé siete años después."
Una decisión familiar
José Luis enfrenta ahora un nuevo desafío que empezó con un diagnóstico médico difícil. Ante un futuro que se presenta incierto reunió a su familia para decidir qué camino tomar: "Siendo joven tal vez lo hubiera resuelto solo, pero a mi edad me pareció que debíamos discutir entre todos las diferentes alternativas médicas y sus consecuencias".
La respuesta fue contundente, con un fuerte apoyo de parte de sus seres queridos y el compromiso de afrontar juntos esta nueva etapa: "Se vienen otra vez tiempos difíciles pero estoy seguro que todo va a salir bien."
Hasta ahora José Luis fue hospitalizado dos veces y tiene previsto un tratamiento prolongado. "La familia me ayuda y me contiene emocionalmente, mis hijos y mis nietos son maravillosos. Siempre traté de educarlos para la familia y me han respondido así. Estoy orgulloso de la educación que recibieron, son personas de bien, atentas, siempre dispuestas a ayudar a los demás."
Junto a ellos está el respaldo del equipo profesional de FAMILIA Acompañantes. "Me congratulo de ser un socio de vuestra empresa y me siento con el deber de elogiar su labor porque quedé encantado de vuestro servicio. Las dos veces que me internaron me sentí muy bien cuidado a toda hora. A veces en la noche me despertaba y en ningún momento vi que los cuidadores cabecearan o durmieran. Siempre estuvieron todos muy compenetrados y comunicados entre sí."