Para el Lic. Rodrigo Reyes (chef y nutricionista de la Asociación Española), una dieta saludable es siempre la mejor elección, tanto en verano como en el resto del año.
En verano debemos alimentarnos de la misma manera que lo hacemos durante el resto del año: a través de una alimentación saludable.
El verano es una época de desconexión y descanso en nuestras vidas, si bien no es conveniente romper con la rutina de nuestra alimentación. Es más frecuente saltarse comidas, llevar un horario desordenado o comer en exceso como parte del ocio veraniego, por eso debemos prestar especial atención a esos momentos.
La dieta de verano debe nutrir y refrescar, es aconsejable que sea completa en nutrientes y aporte un extra de sustancias antioxidantes para ayudar a proteger la piel de los efectos de la radiación solar. Además, debe tener un aporte suficiente de líquidos para hidratarnos.
Lo ideal son comidas ligeras y refrescantes dejando atrás las copiosas de invierno, la clave está en elegir alimentos con alto contenido en agua, vitaminas, minerales y fibra que nos ayuden a combatir las altas temperaturas y a sentirnos bien. Consumir más que nada frutas y vegetales de estación y recetas frías. Elegir aceite de oliva para condimentar y evitar las comidas fritas y con grasas que pueden hacer más pesada la digestión y aportan un mayor contenido en calorías.